Consigue dinero rápido con los préstamos online en el acto

Cantidad

500 - 4.000 €

Duración

14 - 44

Máx TAE

19,93 %

✔ Sin cambiar de banco
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✔ Ágil y flexible

Cantidad

500 - 30.000 €

Duración

6 - 84

Máx TAE

382 %

✔ Tardarás solo 2 minutos
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Cantidad

100 – 10.000 €

Duración

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TAE

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✔ Completa la solicitud online
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Cantidad

50 - 300 €

Duración

5 - 30 días

Máx TAE

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Cantidad

100 - 400 €

Duración

62 - 62 días

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561,39 %

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Cantidad

600 – 7.500 €

Duración

6 - 48 meses

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Cantidad

30 – 300 €

Duración

1 - 30 días

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Cantidad

500 – 30.000 €

Duración

7 - 30 días

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Cantidad

1.000 – 50.000 €

Duración

12 - 84 meses

TAE

2.99 – 101.47 %

✔ Hasta 50.000 €
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La evolución del mundo financiero en los últimos años ha sido considerable. Atrás han quedado los tiempos en los que para conseguir un préstamo era necesario esperar días o incluso semanas. Hoy día, es posible obtener pequeñas cantidades de efectivo en apenas unos minutos o incluso directamente sobre la marcha, tal como pasa con los créditos online en el acto.

Esta nueva modalidad de préstamos supone una revolución para los usuarios en un contexto en el que nunca sabemos cuándo vamos a necesitar algo de dinero. De hecho, los préstamos online en el acto sin requisitos en España son un producto relativamente nuevo y que ha llegado a nuestro mercado hace unos pocos años. Sin embargo, este tipo de operaciones se llevan realizando en todo el mundo desde hace ya bastante tiempo y son una buena solución para obtener dinero rápido prácticamente sin esperas.

Además, tienen una serie de ventajas que los hacen muy atractivos y fáciles de obtener, ya no solo por la parte del tiempo sino también por todo lo relacionado con su proceso de solicitud o por los requisitos necesarios para acceder a uno de estos préstamos. No obstante, estos préstamos también tienen algunos riesgos que conviene conocer, especialmente para evitar problemas de sobreendeudamiento o incurrir en los costes elevados que tienen en ciertas circunstancias.

Para que te sea más fácil entender el funcionamiento de estos préstamos y sepas cómo sacarles el máximo partido, vamos a analizar al detalle este tipo de productos y te contaremos todo lo que debes saber sobre los préstamos online en el acto. Una información imprescindible antes de firmar una de estas operaciones y con la que evaluar realmente si este producto es el que necesitas para mejorar tu situación financiera.

Qué son los préstamos online en el acto

Los préstamos personales online en el acto son una serie de productos financieros cuyo funcionamiento es similar al de los préstamos personales tradicionales en numerosos aspectos. La principal diferencia entre estos productos y otros que podemos encontrar en el mercado tiene que ver justamente con el tiempo necesario para su procesamiento y pago. Algo que los convierten en herramientas fundamentales cuando se trata de cubrir una emergencia financiera por cualquier motivo.

Pensemos, por ejemplo, en que nuestro vehículo se avería y lo necesitamos para ir a trabajar a diario. O bien se estropea la caldera de nuestra vivienda y no tenemos dinero para su reparación, por lo que no podemos disponer de calefacción y de agua caliente. O incluso algo más alegre, como que se nos presente una oferta especial de algún producto que llevábamos tiempo queriendo comprar y para el que, en el momento actual no dispongamos del efectivo necesario para su compra.

En todas estas situaciones vamos a necesitar dinero y, además, lo antes posible. Son el tipo de circunstancias en las que los préstamos en el acto pueden sernos de utilidad. Pensemos que este tipo de operaciones se cierran prácticamente sobre la marcha y que la parte de la operación que más tarda precisamente es la más sencilla, que es la transferencia del dinero desde la cuenta de la empresa que nos lo va a prestar hasta la nuestra. Sin embargo, desde que iniciamos el proceso de tramitación hasta que completamos el mismo, el tiempo que tardamos en obtener uno de estos préstamos online en el acto puede ser de apenas unos minutos, incluyendo tanto la tramitación como el estudio y la respuesta por parte de la financiera.

Cómo funcionan los préstamos online en el acto

El funcionamiento de este tipo de préstamos en el acto sin requisitos, que vienen siendo la mayoría de los que encontramos actualmente en el mercado, tal como puedes comprobar con los que hemos seleccionado en nuestra página web, es bastante similar al de los préstamos personales tradicionales.

El proceso se inicia con la solicitud por parte del cliente a la empresa financiera de la cantidad que necesiten. Dado que hablamos de préstamos prácticamente sin necesidad de documentación y sin requisitos, la cantidad de trámites o gestiones necesarias para acceder a ellos es muy reducida. Esto tiene la ventaja de que el proceso de solicitud se simplifica y las empresas pueden ofrecer esa respuesta inmediata que necesitamos.

Una vez que hemos completado la solicitud, nos van a solicitar unos documentos relativos a nuestra identidad y el número de cuenta bancaria, a fin de comprobar que esta es correcta tanto a la hora de ingresar el dinero como para descargar los recibos. Acabado este proceso, se evalúa el perfil del cliente y sobre la marcha se determina si es factible concederle uno de estos créditos online en el acto o no.

Si la respuesta es positiva se procede de inmediato a ordenar la transferencia del importe desde la cuenta de la empresa financiera la del cliente. Esta suele ser la parte más lenta del proceso, que puede tardar de 1 a 3 días dependiendo de las circunstancias del mercado y del banco con el que operamos. Por cierto, es importante saber que para acceder a uno de estos préstamos en el acto sin requisitos no es necesario cambiar de banco sino que podemos seguir trabajando con nuestra entidad de siempre.

Una vez ingresado el dinero, el usuario puede utilizarlo libremente. A partir del momento del ingreso empezarán a contar los plazos para la devolución y también se iniciará el proceso de devengo de los correspondientes intereses. Junto con el ingreso del dinero se procederá, por parte de la financiera, al cobro de las cantidades que se hayan acordado en conceptos tales como las de comisión de estudio o de apertura, si estos se han incluido en el contrato.

Desde aquí solo queda que transcurra el tiempo y que el cliente vaya volando los recibos que la empresa financiera le gire correspondientes al pago tanto de la parte de los intereses del préstamo como a la devolución de parte del capital prestado. El importe de estos recibos y la periodicidad de los mismos incluyen el contrato, así que es muy fácil tenerlos a mano.

Finalizado el pago del último recibo el préstamo queda totalmente devuelto y los intereses y gastos debidamente abonados, lo que da lugar al cierre de la operación. En este momento, el cliente puede optar por pedir un segundo préstamo de este tipo, en caso de que lo necesite, o simplemente dar la operación por cerrada sin más. No es necesario realizar ningún trámite ni gestión adicional ya que el préstamo se completa y se cierra de forma automática.

Cómo se solicitan los créditos online en el acto

Si has leído hasta aquí habrás visto que a lo largo de este artículo solo estamos hablando de créditos online en el acto o bien de préstamos online en el acto. La explicación es sencilla y tiene que ver con el hecho de que este tipo de productos actualmente solo están disponibles a través de Internet. Si acudes a tu banco tradicional es muy posible que no te ofrezca nada que se le pueda parecer a menos que tengas algún tipo de préstamo personal preconcedido. E incluso en este afortunado caso lo más probable es que tengas que esperar varios días a que se estudie tu solicitud, se evalúe la documentación y tu perfil financiero y se proceda al ingreso del dinero.

Por lo tanto, si quieres acceder a uno de estos créditos en el acto vas a tener que gestionarlo siempre a través de la red. Esta es una de las ventajas de este tipo de productos, dado que al gestionarse directamente a través de las redes permiten ofrecer al consumidor una respuesta mucho más rápida de la que nos ofrecería una entidad tradicional. Algo que tiene la ventaja adicional de reducir los costes de gestión, lo que permite a muchas de estas empresas ofrecer préstamos online en el acto sin intereses.

Dicho esto, el primer paso que tendremos que dar para solicitar uno de estos créditos es visitar la página web de la entidad con la que tengamos intención de contratar el producto. Este proceso es importante, ya que en la actualidad son muchas las empresas financieras que operan en este segmento del mercado y que ofrecen condiciones muy competitivas. Algo de lo que nos podemos aprovechar consultando las diferentes ofertas y comparando las mismas, tal como puedes hacer con los listados que le ofrecemos en nuestra página.

Una vez que hemos elegido la empresa con la que vamos a contratar no tenemos más que acceder a su página web y rellenar el formulario con nuestra solicitud. En este formulario se van a solicitar nuestros datos personales, tales como nuestra identificación con nuestra dirección, así como la cantidad que vamos a solicitar y el plazo en el cual queremos devolver ese dinero. Con estos datos adicionales de carácter financiero que se nos pueden pedir en el formulario, se va a proceder a evaluar nuestra solicitud y se nos va a dar respuesta al momento.

Si finalmente se aprueba nuestra operación solo tendremos que enviar una copia de nuestro carnet de identidad, tarjeta de residencia o pasaporte y una copia de nuestro número de cuenta bancaria, para proceder al ingreso del dinero y al cargo de los recibos. El tiempo total que puede requerir este proceso no llega a los 5 o 10 minutos, conseguir uno de estos préstamos en el acto es realmente rápido y eficaz.

Qué ventajas tienen los créditos personales en el acto

Una vez que hemos definido qué son este tipo de productos financieros y cuál es su funcionamiento es el momento de conocer sus ventajas. La primera está implícita en el nombre del producto, en el acto. Esto implica que, una vez solicitado el préstamo, vamos a tener una respuesta prácticamente inmediata respecto de si se nos va a ingresar el dinero o no. Algo que resulta fundamental cuando necesitamos dinero rápido y con la seguridad de que se nos va a conceder.

La segunda ventaja tiene que ver con el proceso de tramitación de la operación. Debido precisamente a la rapidez con la que estos préstamos se gestionan, la cantidad de documentación que se nos solicita es mínima y el propio proceso de tramitación es mucho más sencillo de lo que sería con una entidad en general. Esto también nos supone un ahorro de tiempo, dado que no vamos a tener que visitar nuestra entidad bancaria, llevar toneladas de papeles y realizar otras gestiones para conseguir esa cantidad de dinero. De hecho, dado que la tramitación suele realizarse directamente a través de la red ni siquiera vamos a tener que salir de casa para pedir uno de estos préstamos.

Como último aspecto, es importante destacar que los requisitos para acceder a este tipo de préstamos son bastantes reducidos financieramente hablando. Esto implica que aquellos clientes que figuren en registros de morosos como el ASNEF o similares pueden acceder a este tipo de préstamos. Tampoco se nos va a exigir una nómina o un contrato de trabajo fijo para que se nos preste esta pequeña cantidad, por lo que son operaciones abiertas a prácticamente todos los clientes. Eso sí, siempre sujeto a las normas de contratación de cada financiera y a la evaluación correspondiente del perfil crediticio del solicitante.

Desventajas de los préstamos online en el acto

Dado que en el mundo financiero todo tiene una cara y una cruz, en el caso de los préstamos online en el acto también tenemos algunas desventajas que conviene conocer antes de contratar uno de estos productos. La primera de estas desventajas tiene que ver con los costes y la operación. Estos costes se miden tanto por la parte de los intereses como por la de los gastos y comisiones implicados en la misma.

Empezando por los intereses, es habitual que estos sean bastante más elevados de lo que serían en un préstamo personal tradicional. De hecho, en algunos de ellos estos intereses pueden rondar el 25% anual, que es una cantidad bastante elevada y que triplica o incluso cuadruplica la media de un préstamo personal tradicional, que suele rondar el 6 o 7 %.

Respecto de los gastos, es frecuente que muchos de estos minicréditos en el acto incluyan gastos derivados de su formalización tales como una comisión de apertura, una comisión de estudio o alguna otra comisión con una denominación similar. El problema es que muchos de estos préstamos, especialmente en los minicréditos en el acto, llevan aparejados unos gastos que pueden suponer un coste considerable respecto del importe total del préstamo. Como ejemplo, algunas empresas pueden llegar a cobrar cerca de 50 € por dejarnos una cantidad de 500 €, lo que supone un coste del 10% solamente en concepto de esta comisión.

Otro inconveniente que tienen este tipo de operaciones es que los importes que nos ofrecen no son especialmente elevados. La mayor parte de los préstamos en el acto que tenemos a nuestra disposición nos ofrecen un importe máximo que ronda los 300 a 500 o 600 € aproximadamente. Hay algunas excepciones en ciertas empresas, que amplían este margen de importe a los 1000 €, aunque muchas de ellas son los nódulos conceden cuando ya hemos tenido un préstamo con ellos y lo hemos devuelto correctamente.

También existen ciertas limitaciones respecto del plazo disponible para proceder a la devolución de ese dinero. Algo que suele provocar que las cuotas mensuales del préstamo sean elevadas, dado que muchos de estos productos tienen plazos en meses. Pensemos que la devolución de 500 € en un plazo de unos 6 meses implica pagar casi 100 € al mes en total de cuota, lo que puede ser algo complicado para ciertas economías.

Como aspecto final, es importante saber también que estos productos están muy compartimentados respecto de las condiciones. Dicho de otro modo, es muy probable que para un cierto importe no podamos elegir el plazo en meses incluso habiendo rango para ello, sino que ese plazo en devolución ya venga dado por la empresa y no tengamos posibilidad de modificarlo. Tampoco es posible negociar aspectos como el tipo de interés o los gastos y comisiones que lleva la operación, por lo que este tipo de micropréstamos son bastante rígidos. Algo que obliga al consumidor a valorar realmente si las condiciones que se le ofrecen son las adecuadas para su economía.

Cómo elegir el mejor préstamo online en el acto

Para elegir uno de estos préstamos online en el acto empezaremos valorando el dinero que necesitamos y se alimentan de la oferta entre aquellas empresas que cubran esta necesidad económica. Hecha esta primera separación, será el momento de determinar cuál es la empresa que nos ofrece la mejor oferta.

Aquí muchas veces tenemos la tentación de mirar únicamente la parte de los intereses, resultando especialmente atractivas aquellas operaciones que se anuncian como gratuitas o bien aquellos préstamos online en el acto sin requisitos que no tienen intereses. El problema es que, tal como habíamos dicho antes, los costes de estas operaciones no solamente tienen que ver con los intereses, sino que también están relacionados con las comisiones que lleva la operación.

Por eso, antes de fijarnos en los intereses conviene que busquemos en la oferta el importe de la TAE correspondiente. Estas siglas corresponden a la tasa anual equivalente y es un índice que establece de forma anualizada cuál es el importe tanto de los intereses como de las comisiones que vamos a pagar por una operación financiera. Por lo tanto, esto también nos ayuda a comparar diferentes préstamos con diferentes plazos de devolución. Si tuviéramos un préstamo a devolver en 6 meses y 8 devolver en 9 meses con este índice los vamos a poder comparar con una mayor facilidad.

Como es lógico, la prioridad en este apartado es buscar aquellos préstamos online en el acto que tengan una TAE más reducida y que encajen dentro de nuestro planteamiento. Ese planteamiento cubre tanto el importe a solicitar, tal como hemos indicado antes, como la parte correspondiente al plazo de devolución, que deberemos ajustar conforme nuestra capacidad económica. Si cumplimos con estos pequeños consejos nos será muy fácil encontrar un préstamo personal en el acto adecuado para solventar ese problema económico que tengamos y que no nos va a suponer un riesgo de sobreendeudamiento o tener que abonar una cantidad excesiva en concepto de gastos y comisiones.

¿Son seguros los préstamos en el acto?

Debido a las facilidades que las empresas financieras ponen al alcance de los clientes en este tipo de productos, es habitual que muchos de ellos se pregunten si este tipo de operaciones son seguras. La respuesta corta es que sí lo son. No obstante, hay una serie de cuestiones que debemos tener en cuenta antes de contratar, para no caer en riesgos innecesarios o hacer negocios con una empresa que pueda causarnos problemas posteriormente.

Lo primero que debemos verificar es que la financiera esté debidamente registrada en el Banco de España y que cumpla con los requisitos legales al efecto. Pensemos que todas las empresas dedicadas a ofrecer financiación a usuarios y empresas deben estar registradas debidamente y deben cumplir con una serie de obligaciones respecto de la información que ofrecen a los usuarios, la adherencia a servicios de reclamaciones y otros aspectos destinados a proteger a los consumidores en caso de problemas.

Lo segundo que tenemos que hacer, sobre todo si tenemos dudas, es investigar un poco a través de la red respecto de aquella empresa con la que tengamos intención de contratar. Uno de los inconvenientes que tienen estas empresas es que no hacen una inversión en marketing tan elevada como los bancos o las financieras tradicionales, por lo que muchas de ellas no son tan conocidas. Esto no quiere decir que tengan que ser inseguras, pero sí es cierto que el hecho de no conocer a la entidad puede echarnos un poco para atrás a la hora de solicitar un préstamo con ellos. Afortunadamente existen páginas como la nuestra, en la que hemos seleccionado algunas de las mejores empresas y en las que siempre incluimos compañías seguras, por lo que este sería un buen punto de partida.

Otra cuestión recomendable a la hora de pedir uno de estos préstamos y evaluar la viabilidad del mismo es verificar todas las condiciones del contrato. Muchas veces tenemos la mala costumbre de quedarnos solo en las condiciones principales, como son el interés y los gastos de la operación, pero no vamos más allá y no leemos aspectos relacionados con las comisiones por impagos y otros costes o riesgos que pueda implicar el préstamo. Por lo tanto, es fundamental que leamos y entendamos completamente todo el clausulado del contrato, a fin de evitar posibles problemas en caso de que surja algún tipo de controversia.

Finalmente, es importante que no nos quedemos con ninguna pregunta en el tintero una vez que hemos firmado el contrato o el préstamo. Todas las empresas serias tienen servicios de atención al cliente a través de los cuales dan respuesta a las dudas que puedan tener estos antes de firmar una operación. Si tenemos cualquier duda respecto de si una entidad es segura, del clausulado del préstamo o cualquier otro aspecto importante siempre es fundamental resolverlo antes de firmar, para evitar problemas posteriores.

Preguntas frecuentes

Aunque ya te hemos comentado prácticamente todo lo que debes saber respecto de los préstamos personales en el acto, vamos a continuación nuestra sección de preguntas frecuentes. En ellas encontrarás algunas de las dudas más habituales que suelen tener los consumidores respecto de estos productos junto con las respuestas correspondientes. Un complemento ideal para que no te quede ningún tipo de incertidumbre respecto de este producto financiero.

¿ Quiénes pueden solicitar un préstamo personal en el acto?

Los únicos requisitos que las financieras exigen a sus futuros clientes es que sean mayores de edad, o bien mayores de 21 años en algunos casos, y tener un Documento Nacional de Identidad español o bien una tarjeta de residencia adecuada. Obviamente, deben tener capacidad legal para contratar y también un perfil financiero que no sea especialmente malo, por lo que se aceptan clientes que figuren en registros de morosos siempre que las cantidades adeudadas estén dentro de los criterios de la entidad. A partir de aquí, corresponde a la entidad valorar el perfil del usuario y determinar si es aceptable el riesgo de prestar el dinero o no, lo que queda a su entera discreción y se gestiona mediante las normas que haya establecido para tal cometido.

¿ Para qué puedo utilizar el dinero de un préstamo personal en el acto?

En la práctica puedes usar ese dinero para lo que te apetezca. Una de las ventajas que tienen este tipo de productos es que nadie te va a preguntar qué vas a hacer con el importe que estás solicitando, tal como pasa con los créditos personales tradicionales y en otro tipo de operaciones financieras. Las empresas que ofrecen este tipo de producto solo quieren saber cuánto dinero necesitas, en cuánto tiempo lo vas a devolver y que cumplas posteriormente con los plazos y pagos establecidos. Una ventaja adicional que también resulta interesante para cuando no quieres dar explicaciones respecto de lo que vas a hacer con el dinero que has pedido,

¿Qué pasa si no puedo pagar mi préstamo online en el acto?

Si se produce un impago de uno de estos préstamos se activa el sistema de cobro de gastos y comisiones que incluye, cuyos importes a veces son bastante gravosos para el usuario. Pensemos que muchos de estos contratos incluyen una penalización del 1% del importe pendiente de pago por día, lo que puede suponer una buena cantidad si nos retrasamos en el pago. A este importe se le sumaría también la Comisión correspondiente por reclamación de impagados. No obstante, si podemos ponernos al día, simplemente tendremos que pagar estos gastos adicionales y nada más.

El problema mayor surge cuando no podemos abonar nuestro préstamo ni tampoco podemos ponernos al día en un periodo de tiempo razonable. En este caso, lo más habitual dado el importe de los préstamos es que se venda una empresa de cobro de morosos, que se va a dedicar a acosarnos hasta que consigan cobrar la deuda. También se incluirá al cliente el registros de impagados tales como el RAI el ASNEF, lo que le dificultará considerablemente al cliente la posibilidad de obtener nuevos préstamos en el futuro. Respecto de la vía judicial, dado el importe por el cual se contratan estos préstamos no suele ser habitual que acaben aquí, pero no es algo descartable.

¿Por qué los préstamos personales en el acto ofrecen tan poco dinero?

Parte de la explicación la hemos dado ya cuando hablamos del funcionamiento de este tipo de préstamos. Frente a lo que viene siendo un crédito personal tradicional, este tipo de operaciones apenas solicita garantías a los usuarios y entrega el dinero casi sobre la marcha. Esto obliga a las financieras a ajustar a la baja el importe disponible para estas operaciones, por cuestiones de seguridad ante el posible riesgo de impagos. No obstante, son muchas las empresas que trabajan en este sector que suelen ampliar el importe total disponible aquellos clientes que ya hayan hecho una o varias operaciones y las hayan completado correctamente.

¿Puede considerarse un crédito al consumo o como un préstamo personal en el acto?

Aunque estas dos operaciones tienen bastantes similitudes no podrían considerarse como iguales. Para ello hay varios motivos. Uno de ellos es que el préstamo personal en el acto nos ofrece un dinero para cualquier fin mientras que el crédito al consumo generalmente se utiliza para pagar una compra de electrodomésticos, mobiliario o cualquier otro producto concreto. Además, es habitual que a la hora de pedir uno de estos créditos al consumo se solicite una nómina, un contrato de trabajo o algún otro documento similar, lo que raramente se nos va a pedir a la hora de solicitar un préstamo personal en el acto.

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