Son muchas las ocasiones en las que podemos necesitar de un extra de dinero, más allá de lo que nuestro sueldo nos da. Circunstancias en la que los ahorros que tengamos guardados son nuestro primer recurso. Sin embargo, cuando ese dinero no es suficiente es necesario recurrir a un préstamo personal. Estos Préstamos pueden servirnos para cambiar de coche, para reformar nuestra vivienda, para realizar un viaje o incluso para esas ocasiones que solo disfrutamos una vez en la vida, como puede ser nuestra boda o la comunión de uno de nuestros hijos.
Sin embargo, antes de lanzarnos a la amplia oferta que existe actualmente en el mercado de Préstamos personales hay algunos detalles importantes que conviene tener en cuenta. Sobre todo, a medida que el préstamo es mayor, dado que la vinculación, el coste del mismo y el tiempo que vamos a estar pagando cuotas. Para que te sea más fácil esa búsqueda te contamos todo lo que debes saber para dar con el préstamo perfecto para ti y no pagar de más.
Prestamos personales, que debes saber
Que son los Préstamos personales
Lo primero que debemos saber es que son los Préstamos personales. Un préstamo personal es un producto bancario en el que una empresa prestamista entrega al prestatario, a quien lo solicita, una cierta cantidad de dinero conforme a la demanda que esa persona haya realizado. A cambio, esa persona se compromete a devolver el dinero prestado junto con los intereses correspondientes en un plazo determinado.
Este préstamo personal esta sujeto a una serie de parámetros técnicos entre los que tenemos el importe solicitado, también llamado principal, el tipo de interés, el plazo y sus cuotas, así como de otros detalles como los posibles gastos y comisiones relacionados. Hablaremos de todos estos datos más adelante.
Esta descripción que hemos mencionado encajaría en diversos productos financieros. Sin embargo, la diferencia principal de este tipo de préstamo tiene que ver con el carácter personal. Y es que, a diferencia de las hipotecas, en el caso de las entidades y los bancos que conceden Préstamos personales estas no requieren de las garantías que normalmente se solicitan. En el caso de la hipoteca, por ejemplo, la entidad concede el préstamo teniendo la vivienda como garantía. Sin embargo, en el caso del préstamo personal suele ser suficiente con ofrecer una fuente de ingresos habitual, como una nomina o similar, para que la entidad nos conceda el dinero solicitado.
Como funcionan los préstamos personales
El funcionamiento del Préstamos personal es bastante sencillo y accesible para cualquier usuario. Para empezar, será necesario acudir a una entidad que ofrezca este servicio. Cuando estos productos empezaron a ofrecerse eran los bancos y las cajas de ahorros los que lo ofrecían, pero hoy día hay todo tipo de financieras dedicadas a ofrecer Préstamos al consumo, Préstamos personales y otros productos similares a los consumidores. Todo ello sin olvidar las empresas de préstamos personales online, la última novedad en este sector y que ofrece una alternativa interesante a las entidades tradicionales.
Una vez que sabemos dónde solicitar préstamos personales sería momento de decidir la cantidad que necesitamos y el plazo. Si la entidad acepta nuestra solicitud procederá a ingresarnos el dinero en unos pocos días o incluso sobre la marcha, como ocurre con los préstamos personales online rápidos. Desde ese momento podremos usarlo para lo que sea necesario y gastarlo a nuestra conveniencia.
Una vez ingresado el dinero se inicia el pago las cuotas y la generación de intereses, al tipo que hayamos acordado con la entidad durante el proceso de contratación. En cada una de esas cuotas pagaremos una cantidad correspondiente a la devolución del principal, el dinero que hemos pedido, junto a la parte de los intereses. Cuanto más elevado sea el tipo de interés del préstamo que hemos contratado mayor será esta parte y, en consecuencia, menor la parte de amortización del principal.
Si todo va bien y seguimos pagando nuestras cuotas llegaremos al final del plazo de devolución del préstamo, en el que quedaremos liberados de toda obligación de pago con la entidad. Sin embargo, si dejamos alguna cuota sin pagar seguramente tengamos que pagar alguna comisión por ello, por lo que es fundamental que seamos serios a la hora de cumplir con nuestros pagos.
Conceptos básicos de los Préstamos personales
Si estas pensando en recurrir a los Préstamos personales on line o pedir uno de estos Préstamos en tu banco de siempre hay una serie de conceptos que conviene tener en cuenta. Estos son los más importantes:
- Capital: también denominado principal, es la cantidad de dinero que la persona que pide el préstamo solicita. Esta cantidad varia dependiendo de las preferencias del usuario y también de los límites de crédito de cada entidad. Por ejemplo, las empresas que ofrecen préstamos personales y créditos online suelen limitarse a cantidades pequeñas en las modalidades rápidas, sin apenas requisitos, mientras que esos importes son más elevados en los prestamistas tradicionales. De todos modos, las opciones son muchas para elegir, así que tendrás problemas para encontrar una entidad a tu medida.
- Interés: el interés es el coste del dinero que el banco la financiera nos va a prestar. Este tipo de interés es libre, por lo que cada empresa puede cobrar el que teóricamente desee. La única limitación existente son las leyes anti usura vigentes, aunque estas no establecen un límite máximo como tal, sino que definen la usura como “el cobro de intereses a un tipo que sea notablemente mayor al normal del dinero y desproporcionado para las condiciones del préstamo”. Como referencia, son varios los préstamos que últimamente se han considerado usuarios a interés que rondan el 25% TAE anual. En cualquier caso, lo que debes tener en cuenta es que cuanto mayor es el interés mayor va a ser el coste total del préstamo y viceversa. Cuando revises la documentación del préstamo veras que e la misma a veces ese interés figura bajo las siglas TIN, que significa Tasa de Interés Nominal, así que este sería el parámetro que deberías buscar.
- Plazo: el plazo de tu futuro préstamo personal es el tercer elemento básico sobre el que se sustentan estas operaciones. Cuanto más largo sea el plazo menores van a ser las cuotas que vas a pagar cada mes, aunque si es cierto que el coste total de los intereses será mayor cuanto más largo sea el plazo.
- Gastos: Además de los intereses, los gastos son otro de los costes que están asociados a un préstamo personal. Si es cierto que no todas las operaciones están sujetas a este tipo de costes adicionales, aunque cada vez son más los préstamos personales on line que si los incluyen. De hecho, los llamados microcréditos, operaciones de importes reducidos y con plazos de devolución cortos, no suelen tener intereses, pero si este tipo de gastos. Así que conviene tener en cuenta si tu futuro préstamo personal los tiene o no.
- TAE: Hemos hablado de intereses y hemos hablado de gastos del préstamo. Dos aspectos que hacen algo más difícil decidir cuál es el préstamo más económico que tenemos a nuestro alcance. Afortunadamente, la legislación española obliga a la existencia de un indicador que hace más fácil saber a como están los interés de Préstamos personales. Hablamos del TAE, siglas de Tasa Anual Equivalente. Este TAE es un tipo de interés estandarizado mediante un procedimiento concreto y en el que se indica al usuario cual es el porcentaje de gastos e intereses que va a pagar al año. Una cuestión que es fundamental para obtener el préstamo más barato entre las diferentes opciones disponibles.
Tipos de Préstamos personales
El mundo de los Préstamos personales es tan extenso que podemos encontrar algunas categorías en su interior. Estas afectan a cuestiones como los plazos o los importes, así como al cometido para al que se nos concede el dinero. Enumeramos a continuación algunas de estas categorías destacadas
Microcreditos: Estos Préstamos se reconocen por ofrecer importes pequeños, que no llegan a los 300 o 600 euros de capital. A cambio, son Préstamos que apenas tienen requisitos, por lo que son accesibles incluso para quienes no tengan nominas, avales u otras garantías. Respecto del coste, a veces estos Préstamos no tienen intereses, pero si unos gastos considerables, así que conviene verificar el TAE que cobra cada préstamo antes de decidirnos por uno de ellos. También son Préstamos extremadamente fáciles de gestionar, hasta el punto de que la aceptación puede llegar a ser instantánea.
- Préstamo rápido: Conocido popularmente como crédito rápido, es aquel que tiene unos requisitos y unos tramites bastante más sencillos que los Préstamos personales convencionales. Generalmente son ofrecidos por empresas financieras dedicadas solo a este tipo de productos y que cuentan con métodos que ahorran tiempo y molestias en dichas gestiones. Respecto de los importes, tradicionalmente estos se han limitado a los 3.000 euros, por ser una cantidad accesible sin muchas garantías. No obstante, estas cifras varían en función de las normas de contratación que tenga cada empresa.
- Préstamo al consumo: Estos préstamos están vinculados a la compra de ciertos productos y se emplean exclusivamente para la financiación de los mismos. En esta categoría tendríamos los Préstamos que nos ofrecen las grandes cadenas de tienda mediante sus tarjetas de crédito o bien la financiación que algunos fabricantes añaden a la hora de vender sus productos. Los intereses suelen estar en la medida del mercado, aunque conviene verificar si tenemos alguna alternativa más económica dentro de las opciones tradicionales.
- Préstamo auto: Como su propio nombre indica, es el préstamo que se nos ofrece para comprar un vehículo. A veces, la entidad que nos financia puede reclamar que el vehículo comprado se incluya como prenda o garantía del préstamo, saliéndose así un poco del carácter estrictamente personal de este tipo de productos. Este tipo de Préstamos son los que nos ofrecen tanto los bancos y financieras como los concesionarios donde compramos el coche. De hecho, casi todas las grandes marcas de automóviles actuales tienen su propia financiera, o bien alguna con la que suelen trabajar.
- Préstamo proyecto: Es una variación más bien comercial que practica del Préstamos personal, que en este caso requiere que el importe vaya vinculado a un proyecto concreto: Este proyecto puede ser la reforma de tu casa, un viaje o cualquier otra cosa. Tanto los intereses como las cantidades a solicitar se encuentran dentro de lo habitual y son muy variables, así que este tipo de préstamo tampoco es que aporte nada en especial, más allá del nombre.
- Préstamo revolving: Pese a ser uno de los Préstamos más vendidos también es de los que más problemas está causando últimamente a los usuarios. En estos Préstamos cada persona tiene una cierta cantidad de dinero disponible, conforme tanto a lo que haya solicitado como a sus propias circunstancias personales y a las garantías que pueda aportar. Dicho préstamo no se entrega por completo, sino que se pone a disposición del cliente mediante una tarjeta o algún método análogo. Así que Oslo se pagaría por el importe efectivamente dispuesto o gastado. El problema es que este tipo de préstamo son de los más caros en términos de intereses. Tanto como para que varias financieras que los gestionan ya han sido condenadas judicialmente por ello. Así que siempre es mejor buscar entre las financieras y los bancos que hacen Préstamos personales antes de optar por esta modalidad.
- Préstamo P2P: Es la última novedad del mercado de los préstamos. En este caso el dinero no se obtiene de una financiera al uso sino de una serie de inversores, particulares y empresas, que invierten pequeñas cantidades en la plataforma que gestiona estos préstamos. Entre sus ventajas tenemos unos requisitos más reducidos para solicitar el préstamo y unos tipos de interés muy competitivos, sobre todo para quienes tengan perfiles de riesgo bajo. Una alternativa interesante que seguramente gane aún más fama con el paso del tiempo.
Donde pedir Préstamos personales
Tal como hemos dejado caer en el apartado anterior son muchas las entidades en las que podemos conseguir un préstamo personal. Los viejos tiempos en los que dependíamos de los bancos para obtener ese extra de dinero han pasado a la historia, ya que hoy día son muchos los sitios donde sacar Préstamos personales en unas buenas condiciones. Estas son algunos de los tipos de entidades que los conceden:
Bancos y cajas: Los más tradicionales y los que más cuota de mercado han perdido con la aparición de las nuevas financieras que vamos a ir mencionando. No obstante, siguen siendo una buena opción si tienes una cuenta corriente y otros servicios contratados con ellos. De hecho, por tal de recuperar clientes algunas entidades están ofreciendo Préstamos preconcebidos a aquellos clientes con perfiles de solvencia adecuados, a modo de anzuelo para ver si estos pican y los contratan. Si este es tu caso te recomendamos que revises al detalle las condiciones.
Financieras: Las financieras son, como su propio nombre indica, entidades cuyo objetivo es prestar dinero a terceros. Pueden ser entidades de proyecto concreto, tal como pasa con las financieras de las diferentes marcas de automoción, o las de las grandes superficies comerciales, o bien financieras de tipo generalista, que nos conceden el dinero que necesitamos para cualquier proyecto.
Financieras online: Aunque las entidades que hemos mencionado antes ya ofrecen sus servicios en la red, en la mayor parte de los casos, hemos querido hacer un aparte para las nuevas financieras que han nacido al abrigo de Internet. En este caso son empresas que realizan todo su negocio a través de la red y que reducen así sus costes operativos, lo que obviamente redunda en tipos y costes más bajos para sus clientes. Entre ellas tenemos las financieras especializadas en microcréditos, que son de las últimas en llegar al mercado.
Plataformas Crowlending: Otra de las últimas novedades son las plataformas de crowlending. A diferencia de las financieras tradicionales, estas empresas se dedican a captar dinero de particulares y empresas para prestarlo a otros particulares y empresas. Un proceso de mediación en el que pueden volcar parte de los beneficios tanto en los clientes a los que prestan, con tipos más atractivos, como en aquellos que le dan liquidez a la plataforma, con una opción de inversión diferente e interesante en un contexto de bajos tipos de interés com el actual.
Como pedir un préstamo personal
Actualmente, pedir un préstamo personal es un proceso bastante sencillo. Lo primero que debes hacer es valorar realmente si necesitas ese préstamo y, sobre todo, si vas a contar con el dinero suficiente para devolverlo, en condiciones normales. Hacerse esta pregunta un par de veces no es mala idea, ya que el endeduamiento a largo plazo puede ser problemático para nuestra economía personal.
A continuación deberemos acudir a diversas entidades para solicitar información sobre las condiciones de ese préstamo. Dado que el mercado es muy amplio puedes recurrir a nuestra página, donde te resumimos las condiciones generales de algunos de los mejores préstamos personales del mercado. Como regla general, te recomendamos que te quedes con las tres entidades que más te interesen, por las condiciones del préstamo, y pidas a cada una de ellas una oferta personalizada conforme a tus condiciones. Algo básico para saber que esperar y que accedas al mejor préstamo que puedas encontrar.
Finalmente, si tienes claro que algunos de estos prestamos te conviene es el momento de formalizar la contratación. Por el contrario, si no has encontrado una oferta adecuadamente tendremos que volver a la casilla de salida, elegir otras entidades y seguir buscando.
Que necesitas para pedir un préstamo personal
A la hora de pedir un préstamo personal es necesario cumplir con ciertos requisitos. Dos de ellos son bastante básicos: ser mayor de edad y no haber sido incapacitado legalmente para contratar. Cumpliendo estos dos requisitos ya serias elegible para solicitar un préstamo.
Una vez iniciado el proceso no tendrás más que rellenar la documentación que se te solicite. Generalmente se requiere del DNI, pasaporte o permiso de residencia, así como de una cuenta bancaria para que se te integrese el dinero y tambien para domiciliar los pagos del Préstamo. En el caso de los bancos que dan Préstamos personales lo normal es que la cuenta tenga que ser de la misma entidad, así que si no tienes ya cuenta probablemente te tengas que acabar abriendo una. En este caso conviene tener en cuenta el coste de dicha cuenta, dado que el mismo también sería un coste relacionado con la operación.
Si no tienes ganas de hacer desplazamientos y de andar moviendo papeles siempre tienes la opción de recurrir a los prestamistas online, entre los que muchas veces incluso están los propios bancos, junto a otras empresa que dan Préstamos personales. Con estas entidades te ahorras los desplazamientos y las esperas, dado que el proceso se realiza directamente a través de Internet. Lo único que tendrás que hacer es enviar copias de tu documento de identidad, del numero de la cuenta corriente y del formulario o documento que tengas que rellenar para hacer la solicitud.
Garantías en préstamos personales
Además de todo lo indicado en el apartado anterior es posible que el prestamista te exiga algún tipo de garantía para la devolución del préstamo, sobre todo a medida que las cantidades y los plazos son mayores. Es algo normal e incluso razonable, ya que esa entidad necesita de ciertas garantías relativas a la buena marcha de tu situación personal y, por tanto de que vas a tener capacidad para devolver ese dinero.
Entre las garantías más habituales se encuentra el tener un contrato de trabajo con una antigüedad de al menos un año y cuyo importe sea suficiente para la devolución del importe solicitado. No existen cifras concretas al respecto pero si es obvio que, a medida que mayores sean tus ingresos, mayor va a ser el importe que vas a poder pedir en forma de préstamo. Así que en el caso de los trabajadores suele ser habitual que se pida una o dos nominas, mientras que en el caso de los autónomos y trabajadores por cuenta propia se solicitan los ingresos por retenciones trimestrales que estos profesionales realizan.
Esta garantía suele ser suficiente para los Préstamos más pequeños, pero no tanto para los que superan cantidades más elevadas. En estos casos se amplían las garantías que el prestamista exige. Lo más habitual es que se nos pida que aportemos un avalista al contrato. Este avalista sería una persona de reserva, que debería pagar el importe correspondiente a aquellas cuotas del Préstamo que nosotros no podamos pagar. Por lo tanto, la entidad también evaluara la solvencia económica de esta persona conforme a sus propios ingresos, a nuestro perfil de riesgo y al importe del préstamo que estemos solicitando.
Finalmente, no salimos un poco del aspecto puramente personal para hablar de los préstamos con garantía pignoraticia. En este caso no son Préstamos personales en sentido estricto, dado que la persona no solo va a responder con sus ingresos sino también con un bien concreto. Un tipo de préstamo que es habitual en la compra de vehículos, en los que el propio objeto de la compra se convierte en garantía en caso de impago. Así que la entidad prestataria adquiere un derecho preferente sobre el mismo, a la manera en que sucede cuando pedimos una hipoteca sobre una vivienda.
Una vez que conocemos los tipos de garantías que nos pueden solicitar por un préstamo personal es obvio que deberíamos preferir aquellos que nos den el dinero con más facilidad y con menores impedimentos. No obstante, es cierto que estas entidades también suelen cobrar intereses mayores, por el mayor nivel de riesgo que implican estas operaciones. Así que lo más recomendable sería recurrir a aquellas entidades que nos ofrezcan un adecuado equilibrio y un menor, dentro de las opciones que puedas cubrir con tus garantías actuales. Endeudarse o incurrir en otros riesgos para mejorar nuestro perfil de riesgo no suele ser una buena idea.
Como calcular préstamos personales
Si tenemos a nuestro alcance los parámetros del préstamo personal que hemos comentado antes tendremos la posibilidad de calcular el importe total del mismo, así como las cuotas correspondientes. Para ello basta con usar un simulador de Préstamos personales, en el que se nos pedirá el importe total, el plazo y el TAE que nos ofrezcan, donde se incluyen tanto los gastos como los intereses. El resultado que nos ofrecerá el simulador será el importe de cada cuota mensual, cuanto corresponde a los intereses y cuanto al capital o principal que devolvemos y también el importe total del préstamo, es decir, la suma del importe solicitado más los intereses y los gastos.
Como alternativa, también es posible calcular algunos datos interesantes, como la cuota mensual, empleando para ello mediante fórmulas matemáticas como la siguiente:
Cuota Mensual = (Principal * (TAE x (1 + TAE) ^ n)) / ((1 + TAE) ^ n) – 1)
Siendo el principal la cantidad que hayamos solicitado al banco y el TAE el que nos indique la entidad que nos ofrece el préstamo, donde se incluyen tanto los intereses como los gastos asociados. Esta fórmula emplea el sistema de amortización francés, que es el que se utiliza prácticamente en todos los Préstamos personales que se conceden en nuestro país. No obstante, en caso de que la entidad use un sistema diferente convenga ajustar la fórmula a lo que se indique en la documentación del préstamo.
Préstamos personales tradicionales o préstamos personales online
Una de las últimas revoluciones dentro del mundo financiero es la presencia de todo tipo de entidades nuevas, especialmente en el mndo de los Préstamos. Algo que supone un nuevo planteamiento a la hora de saber como obtener Préstamos personales en buenas condiciones. Porque tal como pasa con otros muchos servicios, las nuevas entidades online están ofreciendo Préstamos a unos costes e intereses realmente competivos. Esto nos lleva a pensar que opción es más conveniente para pedir ese préstamo: un banco o financiera tradicional o bien una entidad que opere online.
La respuesta rápida a esta pregunta es que depende. Cuando hablamos de los costes del préstamo, los gastos e intereses, ya comentábamos que las entidades online solían ofrecer soluciones algo más económicas. El motivo es que al no tener sucursales, oficinas ni tantos empleados como las entidades tradicionales pueden ahorrar en costes y volcar parte de ese ahorro en los clientes, para ganar cuota de mercado. Además, sus procesos internos son más agiles y la opción de obtener Préstamos personales online urgentes es muy atractiva cuando necesitamos respuestas.
Sin embargo, este método de contratación también tiene sus inconvenientes. Si tenemos una cierta vinculación con nuestra entidad bancaria es posible conseguir un Préstamos en unas buenas condiciones y sin excesivas complicaciones. De hecho, en algunos casos incluso podemos tener uno de estos Préstamos preconcebidos y no saberlo. Por otra parte, es cierto que la imagen y la solvencia de los bancos y financieras tradicionales es mayor que estas entidades. Más considerando que muchas de ellas son relativamente nuevas en el mercado, lo que puede suponer cierta desconfianza para los usuarios, especialmente los más reacción a la contratación online.
Con todo lo que hemos comentado pues es entendible esa respuesta tan poco concreta que hemos antes a la pregunta que nos venimos haciendo. Nuestro consejo sería buscar Préstamos ajustados a las condiciones económicas que tengamos planteadas, comparar los tipos de interés y las tasas TAE de cada uno de ellos y verificar también las características inherentes de cada entidad, para incluir en nuestra búsqueda solo aquellas que nos den una adecuada confianza a la hora de trabajar con ellas.
Preguntas frecuentes
¿Qué pasa si no pago mis Préstamos personales?
Una de las principales obligaciones que tenemos cuando se nos concede un Préstamo personal es devolverlo. Evidentemente, si no lo hacemos en la forma y el plazo indicados tenemos un problema. No obstante, todo depende también de la magnitud del problema.
En caso de que simplemente nos retrasemos en uno o dos cuotas y luego nos podamos poner al día no habrá mayores problemas. Si es cierto que tendremos que pagar los gastos de gestión correspondientes a las cuotas impagadas, cuyo importe es bastante elevado. Pero al menos no tendremos problemas mayores.
Sin embargo, si no pagas tus recibos y tampoco puedes ponerte al día en un plazo breve si tendrás un problema serio. Lo primero que deberías hacer es ponerte en contacto con la entidad que te haya dado el dinero y comunicarle esta circunstancia, a fin de buscar alguna solución. Dependiendo de tu perfil es posible, aunque poco probable, que te ofrezcan alguna moratoria del importe del Préstamo, pagando solo los intereses durante unos meses. También es posible que puedan alargar los plazos para ofrecerte una cuota más accesible, aunque esto incrementaría tu deuda a largo plazo.
No obstante, es habitual que la entidad prestataria o te ofrezca ninguna solución y, al final, te acabe reclamando el importe total del Préstamo. Además, en caso de que la empresa prestataria sea el banco donde tienes tu dinero es muy probable que te retengan parte del mismo o bien que se queden con los ingresos que recibas. También se activa la reclamación al avalista, en caso de que se te hubiera solicitado durante el proceso de tramitación del Préstamo, así como el derecho de reserva sobre los bienes correspondientes, como pasa con los Préstamos para vehículos. También se te dará de alta en un fichero de morosos, lo que hará mucho más difícil que puedas conseguir un Préstamo en el futuro.
Si con todo esto no se resuelve el problema entonces la entidad bien venderá tu deuda a una empresa de cobro de morosos, si esta no es elevada, o bien llevará la misma a la vía judicial, si el importe es elevado. Algo que incrementará aún más los costes de la deuda, dado que al importe del Préstamo se suman las minutas de los abogados, los costes judiciales y el resto de gastos vinculados a la demanda.
¿Cuándo caducan las deudas de los préstamos personales?
Aunque lo deseable es que nunca tengas que verte en esa situación, nunca está de más saber cuándo prescriben los Préstamos personales. Un Préstamos personal impagado se considera como una deuda bancaria, cuya caducidad conforme a la ley es de cinco años. En esa deuda se incluyen tanto la cantidad correspondiente al principal como las correspondientes a los interés de dicha deuda. Es importante saber que para que se produzca esta prescripción es necesario que el banco o la financiera que nos haya prestado el dinero no haya realizado ninguna gestión para reclamar esa deuda en el plazo que hemos mencionado, lo que no suele ser habitual.
¿Por qué me reclaman mi préstamo personal una empresa diferente a la que lo contrate? ¿Es una estafa?
Pudes desgraciadamente no lo es. Tanto los bancos como las financieras que dan Préstamos personales tienen como principal objetivo vender dichos Préstamos, pero no tanto cobrarlos. Si es cierto que si dejas un par de cuotas de tu préstamo personal sin pagar seguramente que el banco o la financiera te llame para saber que ha pasado y ofrecerte alguna solución para ponerte al día.
Sin embargo, aquellos préstamos personales que las entidades consideren como de dudoso cobro es muy probable que acaben vendidos a empresas de cobro de morosos, que serán las que se encarguen de exigirte la deuda. En todo caso, si se produce esta situación deberás exigir a esa empresa que te mande toda la información al respecto, dado que en alguna ocasión si se han producido estafas en este sector.
¿Hay que declarar los préstamos personales?
Los Préstamos personales no suponen una ganancia patrimonial como tal, dado que este dinero esta destinado a tener una aplicación concreta y devolverse posteriormente. Por lo tanto no hay que declarar los préstamos personales. Otra cuestión diferente son los posibles beneficios que obtengamos con ellos. Si usamos un préstamo personal para comprar acciones (lo cual no es muy recomendable, todo sea dicho) y obtenemos beneficios con ellas entonces si tendremos que incluir esas ganancias en nuestra declaración.
¿Cómo hacer una reclamación por mi préstamo personal?
En caso de que tengas cualquier incidencia con tu Préstamos personal, sin importar la forma en que lo hayas contratado, tienes derecho a interponer una reclamación ante la empresa que te lo ha dado. En caso de que la entidad tenga una oficina física puedes acudir a ella, pedir una hoja de reclamaciones oficial, rellenarla con tus datos y los hechos que quieres reclamar y entregarla. A esta hoja deberían responderte en un plazo de 10 hábiles. Si has contratado con una entidad que no tiene oficinas físicas puedes hacer la reclamación por correo electrónico, fax o bien mediante una carta certificada con acuse de recibo. En este caso deberías darles como mucho un mes a que te respondan.
SI pasados estos plazos no has obtenido respuesta o bien la misma no ha sido satisfactoria entonces tendrás que recurrir al servicio de reclamaciones del Banco de España e interponer allí la correspondiente denuncia. El proceso se puede ejecutar directamente a través de Internet, lo que simplifica los tramites. No obstante, los plazos de respuesta de la entidad son vergonzosamente lentos, por lo que tendrás que tener paciencia.
Como alternativa, siempre te queda acudir a la vía judicial, en caso de que el importe y la gravedad del asunto así lo requieran. En este este caso necesitaras buscar un buen abogado especializado en derecho financiero, aunque tendrás que cubrir sus minutas y también el resto de las costas legales del proceso. Así que antes de dar este paso conviene tenerlo todo muy claro.
¿Puedo pedir un préstamo si esto en ASNEF?
En general, el hecho de figurar en el RAI, ASNEF o cualquier otro registro de morosos suele ser motivo suficiente para que se nos deniegue un préstamo personal. No obstante, ciertas deudas no tienen tal efecto, como las que a veces “se inventan” las empresas de telefonía. Aparte, es posible que si tu historial con tu entidad bancaria es adecuado esta pueda hacer caso omiso de ese registro de morosos y te concedan el préstamo, sobre todo si es cantidad.
Como alternativa, hay ciertas financieras que si concenden prestamos a este tipo de clientes, aunque con unas tasas de interés más elevadas. El motivo es sencillo. Dado que estos clientes son perfiles de mayor riesgo es razonable que la financiera se cubra las espaldas pidiendo más intereses que a los usuarios que tengan un perfil crediticio convencional.